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Origen
El origen del San Bernardo es bien lejano en el tiempo. Se cuenta que apareció en los Alpes, gracias a los romanos, hace aproximadamente 2000 años. El nombre de este moloso se debe a un lugar donde vivió y ganó gran popularidad: Hospicio del Paso del Gran San Bernardo.
Esta institución fue creada en 980 d.C por San Bernardo de Mentón. Fue un espacio creado para proteger a los peregrinos que atravesaban el paso de los Alpes entre Italia y Suiza. En este refugio, el perro San Bernardo fue empleado para el rescate de esos peregrinos, desorientados en la nieve y niebla. También fue guardián.
A pesar de sus grandes hazañas, no fue estudiada esta raza de mastín hasta 1867. En un Congreso Cinológico Internacional, efectuado en 1887, se registró el San Bernardo como una raza canina de Suiza. Igualmente, se consideró el perro nacional de ese país.
Por su gran apego a los hombres y, fundamentalmente, a los niños, este moloso ha sido llevado a la gran pantalla. Una de las obras cinematográficas más conocidas es Beethoven. Con este film, se dio a conocer el carácter y las características de este mastín, encarnado en el personaje protagónico Beethoven.
Carácter y características del San Bernardo
Estos animales se caracterizan por su alta estatura y fortaleza. Pueden llegar a pesar 198,41 lb, por tanto, puede ser difícil su manejo cuando son adultos. Su altura llega hasta los 800 mm.
El pelo es regularmente de mediana longitud, aunque puede ser largo de color es blanco con manchas. Estas vetas algunas veces son de color carmelita o anaranjadas.
Su cabeza es grande, más que cualquier otra parte del cuerpo, y su cuello es musculoso
Sus ojos transmiten una gran ternura. Son medianos, de color oscuro y casi siempre están entrecerrados. Por su parte, sus orejas son caídas y su frente es arrugada. Estos animales tienden a babearse con mucha frecuencia.
Tienen un carácter muy afable, son muy cariñosos y protectores de la familia. Les gusta mucho el juego, más con los niños. A estos los cuida con mucho celo. Por su estatura y corpulencia podrían asustar en un primer momento, pero su temperamento no es, en absoluto, violento.
Salud y cuidados del San Bernardo
Estos perros, por su corpulencia, requieren una mayor alimentación. No obstante, no se le debe dar comida en exceso, pues puede ser dañino para el canino. En su dieta debe haber vitaminas y minerales para el fortalecimiento de sus articulaciones y cartílagos.
Deben practicar ejercicios diarios, desde pequeños, para el fortalecimiento de sus huesos y tejidos. Su intensidad debe ser gradual.
Se debe cepillar con sistematicidad. Es necesario limpiar sus ojos y boca diariamente. Igualmente, se deben mantener aseados sus oídos.
No es un perro que se enferme con regularidad. No obstante, puede tener problemas estomacales, visuales y óseos. De ello dependerá su calidad de vida y el tipo de ejemplar que sea.
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