Peso
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Actividad física
Origen
El perro Lobo Checoslovaco surgió a partir del cruce de un Pastor Alemán llamado Cezar Z y una loba de los Cárpatos, Brita.
Finalizadas las guerras mundiales, Checoslovaquia comenzó experimentos con razas de perros rastreadores. Esto fue necesario, pues las condiciones climatológicas y topográficas eran poco compatibles para perros comunes. Hasta entonces, se utilizaban pastores alemanes para la tarea de reconocimiento y rastreo en la frontera.
El 25 de mayo de 1958 nació la primera generación de perros lobos, en la localidad de Libejovice. Hubo un segundo experimento en que utilizaron a la misma loba, pero a otro pastor alemán. Esta camada y la anterior fueron base de proyectos posteriores.
El linaje resultante era de igual aspecto físico. Las diferencias radicaban en el carácter. De modo que se fueron seleccionando los que más se asemejaban al estereotipo domesticable.
En 1965, es estandarizada la raza por el coronel Karel Hartl, quien establece planes para su crianza eficaz. Pero se comienza a llamar perro lobo checo cuando, en 1968, se cruza otro lobo y una pastora alemana.
Luego de que la URSS invadiera República Checa, se dio orden de eliminar la raza, pero fueron salvados algunos ejemplares. Esto propició la búsqueda de estética física, más que la eficacia del trabajo fronterizo.
Se reconoce en 1982 como raza de perro, por la Federación Canófila Internacional; no como híbrido de lobo.
Carácter y Características
Su parecer es fuerte, imponente y grande en tamaño. Su aspecto lobezno se da en su pelaje, movimientos, fisionomía, y cabeza.
Sin ser lobo, su carácter es semejante al salvaje. Su desconfianza hacia los humanos supera la de cualquier raza. Con una inteligencia extraordinaria, está dotado para resolver problemas cognitivos de dificultad. Son menos adiestrables y no les gusta rodearse de otros perros, menos de su mismo sexo.
En oído y olfato superan a muchas razas.
Salud y Cuidados del perro Lobo Checoslovaco
Les es imprescindible sesiones regulares y fuertes de actividad física, y de entrenamientos de inteligencia. No se les debe llevar a jugar con otros perros.
No deben estar encerrados, pues desarrollan una conducta destructiva. El lugar más propicio no es el urbano, alejado de la naturaleza, sino el campestre. La temperatura ideal es la fría.
Su alimentación requiere de cantidades elevadas de proteínas, debido a su alto gasto energético.
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Bibliografía