Peso
Tamaño
Altura
Origen
El Dogo de Burdeos, en inglés dogue de bordeaux, es una de las razas de perro de origen francés más antiguas. Es descendiente de los mastines empleados en la guerra en Roma, aunque también posee rasgos del mastiff, el bulldog inglés y el dogo alemán.
Fue muy conocido en Burdeos. Proviene de la época de los celtas, en que era usado para custodiar propiedades y para la caza de grandes animales, como ganado —por ello, era demandado por los carniceros. Igualmente, se utilizaba en combates en circos con osos, toros, jaguares y otros perros. Durante la Revolución Francesa, muchos pelearon junto a sus amos.
Carácter y características
Se caracteriza por su fuerza, potencia e inteligencia, por lo que funciona muy bien como guardián. El dogo de Burdeos tiene la cabeza voluminosa, la piel de la cara arrugada, los ojos distanciados entre sí, el hocico corto, las orejas caídas, el pelaje corto y fino, y las extremidades musculosas. Su color es, mayormente, leonado o caoba y pueden presentar manchas blancas sobre el pecho y los pies.
Su altura y peso aproximados son, en los machos, de 60 a 75 cm y no menos de 50 kg y, en las hembras, de 58 a 66 cm y alrededor de 45 kg, respectivamente. Su esperanza de vida oscila entre los ocho y doce años.
Es tranquilo, equilibrado, cariñoso y fiel con su amo y familia, reticente con los extraños. No le agrada estar quieto. Con los niños se muestra dócil y tolerante. No es común que actué agresivo hacia las personas sin tener un motivo. Posee mucha confianza en sí, que lo hace ser dominante con otros perros e, incluso, pelear para fijar su dominio.
Salud y cuidado del Dogo de Burdeos
Debido a su gran tamaño y peso, el dogo de Burdeos puede presentar displasia de cadera, problemas de tendones y ligamentos, y «dolores del crecimiento» o cojera errante, que, muchas veces, se acompaña de fiebre. También enfermedades cardiacas y en la piel, como la sarna, son padecimientos comunes; y la hinchazón (o torsión gástrica), supuestamente provocada por la excesiva actividad física posterior a comer y beber, puede causarle la muerte.
Al llevarlo a un veterinario, se debe tener cuidado con la anestesia, pues una mínima dosis le puede resultar mortal. Se recomienda cepillarlo ocasionalmente, cuando es cachorro permitirle descansar siempre que lo necesite y sacarlo a pasear al menos dos veces diarias.
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Bibliografía