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Origen
El gato persa es originario de Persia, donde en la actualidad se encuentra ubicado en el país de Irán. Realmente se desconoce cómo surgieron estos animales aunque se sospecha que son familia de los felinos salvajes por su tamaño. Desde la antigüedad fueron admirados por los persas, que, en el 1620 introdujeron esta hermosa especie de gatos en Francia. Se convirtieron entonces en la especie más reconocida entre las personas de la alta sociedad.
Carácter y características
El gato persa se caracteriza principalmente por la forma se su cara y su cabeza. Ambas son grandes y redondas y con curvas bien pronunciadas. En su cara también podemos ver sus cachetes pronunciados y sus bigotes largos. Y, ¡Ni hablar de su pelaje! Los gatos persas son una de las especies de gatos más peludas del planeta, casi que su pelo llega a cubrir sus cuatro patas.
Sus ojos son de color verde intensos y muy grandes y separados entre sí. Además, otra característica muy peculiar es su nariz aplanada, que los distinguen de las demás especies de gatos. Por otro lado, sus orejas no son puntiagudas como en general los gatos normales suelen tener pues, son pequeñas, redondas y con mucho pelo alrededor de ellas.
También podemos hablar de su cuerpo, que en general es muy grueso y lleno de músculo, pero sobre todo muy peludo. Podemos comparar la proporción de pelo en los gatos persas alrededor de su cabeza con la de los leones, pues posee una melena muy pronunciada.
Los gatos persas suelen ser muy tranquilos y mansos. Se pueden adaptar a un hogar muy fácilmente sin ningún tipo de complicaciones. No son de morder ni atacar a sus dueños y mucho menos de ceder a las provocaciones, más bien es un animal de carácter muy indiferente. Su pasatiempo favorito es dormir, así que no es de molestarte mucho en la cocina.
Salud y cuidados del gato persa
Estos animalitos no requieren de cuidados especiales, aunque le debes llevar con regularidad al estilista para que le de tratamiento a su bello pelaje. Por otro lado, los gatos persas tienen un padecimiento que casi todos los de su especie lo sufren que es denominado por enfermedad renal poliquística. En teoría, este padecimiento afecta a los riñones, a los cuales, le comienzan a salir numerosos quistes.
Esta enfermedad puede provocar un dolor intenso al animal, además de dificultad para orinar. Si no es tratada a tiempo puede provocar un fallo en el sistema excretor por el mal funcionamiento de los riñones y lamentablemente su muerte. Un diagnóstico temprano es vital para su bienestar y tratamiento.
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Bibliografía: