Las chovas alpinas tienen unos 34 a 38 centímetros de ancho y, por lo tanto, es algo más pequeño que el cuervo estrechamente relacionado y de aspecto similar.
El plumaje de la chova piquirroja alpina es de color negro brillante en todo el cuerpo, la cabeza es redonda y el pico de los individuos adultos es de color amarillo brillante y, por lo tanto, contrasta fuertemente con el plumaje oscuro.
Las patas rojas también son muy llamativas. Los picos de las aves jóvenes son de color gris amarillento, sus patas son de color marrón negruzco; el plumaje de las chovas alpinas jóvenes es negro.
Las chovas alpinas son muy buenas voladoras. A menudo se pueden observar impresionantes vuelos de parejas que son fieles el uno al otro de por vida.
Hábitat de las Chovas alpinas
En las montañas del sur de Europa, la chova piquirroja alpina se reproduce hasta la línea de nieve. En Europa su área de reproducción está en los Alpes. En el norte de España, se han reportado disminuciones debido a los intensos disparos.
Alimentación
La dieta contiene menos carroña que la del cuervo común. Por lo demás, es un omnívoro versátil. Le gusta esconder trozos de comida en las grietas.
En los remontes y refugios de montaña, no es muy tímido debido a la abundancia de comida y a menudo se encuentra cuando las aves tratan de buscar comida sobrante.
Nido
El nido de las chovas alpinas consta de tres a cinco huevos, el período de reproducción es de unos 19 días, y a los 35 días aproximadamente las crías abandonan el nido, pero son vigiladas y cuidadas durante otras tres o cuatro semanas.
La tasa de mortalidad de los polluelos es muy alta en la chova piquirroja alpina: en promedio, sobrevive menos de un joven por pareja de cría.
En la naturaleza, las chovas alpinas pueden vivir hasta más de 20 años.
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