“Cometí el mayor error de mi vida”, reconoce Daniel, el camionero profesional madrileño, incapaz de contener las lágrimas por cuatro motivos.
El primer motivo es que sobre su conciencia recae el peso de haberle quitado la vida de una patada a Lola, una perra que acompaña desde hace trece años a María, auxiliar de enfermería del Hospital Morales Messeguer de Murcia. Aquél día, Lola estaba orinando en la fachada de su casa, motivo por el que decidió agredirla.
La segunda razón es porque se enfrenta a un juicio por crueldad animal, lo que podría conllevar hasta 2 años de prisión.
En tercer lugar, su empresa lo despidió después de que se viralizaran videos de protestas de decenas de vecinos llamando frente a su casa, lo que obligó a la Guardia Nacional a proteger a Daniel de ser castigado por patear fatalmente a la perra.
Por último, están los daños causados en su vivienda, como avisos de lo que le espera si regresa a Campos del Río. El vecindario lo puso en “busca y captura vecinal”, incluyendo una foto suya con su pareja, y han roto cristales de su casa, pintado grafitis en su fachada, y amenazado por las redes sociales con frases como: “Vete ya de Campos”, “Justicia para Lola”, “Asesino”…
Instaló cámaras de seguridad
La pelea de Daniel lo llevó a instalar dos cámaras de seguridad en su casa. Uno en la puerta y otro en la fachada lateral. También denunció la situación en el ayuntamiento y en Facebook. “Escribí una queja y publiqué un comentario en las redes sociales de que algún día habría un problema.
Este jueves se llevó a cabo una protesta pacífica a las puertas del Ayuntamiento, a la que asistieron decenas de vecinos para manifestar su rechazo a este horroroso caso de maltrato animal y apoyar a María Martínez. La auxiliar no pudo contener las lágrimas cuando vio a los participantes sosteniendo una foto de su perra: Lola. “Este hombre es la peor versión del ser humano”, dijo la alcaldesa.
Daniel no asistió a la concentración para disculparse con María por temor a represalias, a pesar de que ya no pasa nadie por su casa. Todo está lleno de grafitis, cristales rotos, pancartas caídas, fotos de Lola y mensajes como: “El pis se limpia, no tu actitud”.
La vida de Daniel ha cambiado drásticamente de la noche a la mañana debido al acto inhumano que cometió contra Lola. Casos de maltrato animal ocurren frecuentemente y no son denunciados por falta de empatía o conocimiento, pero por suerte, poco a poco se están difundiendo este tipo de actos y se conseguirá reducirlos.