Bañar a un perro forma parte de nuestras responsabilidades como dueño y es un factor indispensable para su salud y bienestar. Además, compartimos tiempo con ellos a diario por lo que su higiene también tendrá repercusiones en la nuestra.
Los cuidados de un perro en general suelen variar por razones como: raza, edad, tamaño, pelaje, etc. En cuanto a los baños, generalmente cuando el animal presenta malos olores o suciedad visible en su pelaje es indicativo de que requiere un baño.
Sin embargo, hacerlo con demasiada recurrencia o muy pocas veces al año puede tener consecuencias negativas en él. Por eso, explicaremos con que frecuencia debes bañarlo y también cómo mantener su higiene.
¿Cuántas veces se debe bañar a un perro?
Bañar a nuestro perro es necesario para quitar la suciedad y la mugre que se acumula con el paso del tiempo. No obstante, no debemos hacerlo constantemente o dejaremos su piel reseca.
Lo ideal es bañarlo únicamente cuando desprenda malos olores o el pelaje esté cubierto de suciedad. Después de todo es normal que una mascota (en especial un perro) se ensucie con bastante regularidad.
Si se desea establecer una rutina, el período de tiempo ideal entre cada baño es de aproximadamente un mes. De esa manera los baños estarán lo suficientemente espaciados entre ellos y tendremos un monitoreo mensual de su limpieza.
Ahora bien: ¿Basta con simplemente darle una ducha rápida? Pues no.
La limpieza de un perro si bien no es nada compleja, es una tarea que requiere de cierta dedicación.