Arnold es muy tranquilo y cariñoso. Al principio, es inseguro y miedoso, incluso se esconde de las personas. Una vez coge confianza, es muy amoroso. Es cuestión de darle un poco de espacio y tener algo de paciencia.
Apareció en un pueblo. Estaba muy delgado, triste y lleno de heridas. Se le empezó a curar estando aún en la calle y se dejó hacer sin ningún problema. Luego, encontró una casa de acogida y se le sacó de la calle. Le encanta estar con otros perros, es totalmente compatible, tanto con hembras como con machos. No va bien con gatos.