Los animales salvajes son aquellos que no están adaptados a la presencia de las personas. En su hábitat natural no interviene la mano humana y responden a instintos propios de la especie. Algunas personas los confunden con aquellos que son peligrosos y feroces, pero esta afirmación no es del todo cierta.
Aún se desconocen algunas variedades de animales que entran dentro de este rango, pues viven en lo más denso de las selvas y en los lugares más apartados del planeta. A pesar de la lejanía, sus hogares se han visto afectados por el modelo expansionista de los seres humanos y han tenido que modificar sus hábitos.
En esta compleja situación se encuentran los perros salvajes africanos que, cada vez más, sienten amenazado su espacio. Además, son cazados y asesinados por granjeros sin razones de peso. Demostrando que el ser humano no sabe convivir con las demás especies del ecosistema, siendo preciso educar a las personas.
¿Por qué no criar un animal salvaje como mascota?
No es recomendable tener un animal salvaje como mascota e intentar domesticarlo sin conocer el comportamiento, la alimentación y los cuidados de la especie en cuestión.
La vida de los animales salvajes no está diseñada para desarrollarse en el hogar. Cuando son pequeños pueden parecerte encantadores e inofensivos, pero al crecer emanan los impulsos feroces y atacan de forma poco predecible. Esto lo pueden hacer por razones como la falta de espacio, estrés o simplemente por sentirse fuera de lugar.
Los padres de familia deben saber que los animales salvajes para niños constituyen una fuerte amenaza, pues los pequeños son los más vulnerables de sufrir las agresiones ante la incapacidad de defenderse.