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Origen
El gato de la raza British Shorthair es también conocido como británico de pelo corto. A pesar de su nombre, no es ese su país de origen, pero sí donde fue reconocido y donde tiene mayor influencia.
Sus inicios se remontan a los felinos hogareños romanos. Al principio, fueron sus dotes como cazador lo que lo acercó a los ranchos y familias de Gran Bretaña. Su habilidad para cazar ratones ayudó en su supervivencia, a la vez, que facilitó su domesticación.
Con la aparición de las Guerras Mundiales, el British Shorthair vió reducida, en gran medida, su población. Para mantener este linaje, fue necesario los cruces con otras razas. A partir de aquí, desaparecieron algunas características tradicionales y se fue transformando en el que se conoce hoy en día. Los gatos persas tuvieron más influencia, realzando el volumen de su cuerpo y la gama de colores de su pelaje.
Carácter y Características del British Shorthair
La estirpe de los British Shorthair es muy reconocida por poseer un físico fuerte. Entre los rasgos que lo caracterizan encontramos un felino macizo, vigoroso y generalmente grande. Es difícil que pierdan las proporciones antes descritas, con un peso de entre 7 y 9 kilos cuando son mayores.
Destacan por tener una complexión voluminosa y redondeada. Tanto sus orejas como nariz parecen de un tamaño menor que en otras razas, sin dejar de ser redondeadas. En lo que respecta a su pelaje, es muy variado en colores, lo que demuestra gran parte de su descendencia de gatos persas. Además de tener el pelo denso y por lo general corto.
Los British Shorthair han demostrado ser excelentes como compañía familiar, ya que conservan el equilibrio en su comportamiento, acentuando su afecto e inteligencia. Es común en ellos una actitud quieta y leal, llevándose bien con otras especies como los perros.
En resumen, es un gato con un carácter amigable, característica que algunas personas le atribuyen a los perros, por la necesidad de cariño de los humanos.
Salud y Cuidados del British Shorthair
Está demostrado que el gato British Shorthair es un animal que no presenta grandes problemas de salud, aunque siempre es bueno mantener un mínimo de cuidados. En ellos solo se presentan algunas enfermedades heredadas, como la cardiomiopatía dilatada y la enfermedad poliquística. Por lo tanto, es aconsejable las visitas rutinarias al veterinario.
Principalmente los cuidados personales deben ir encaminados al control de su alimentación, por la facilidad de aparición de la obesidad. Se recomienda que sean comidas predominantemente secas, aunque siempre intercalándolas con algunas más líquidas. Ten en cuenta a la hora de elegirlas que deben ser altas en proteínas por la necesidad en el crecimiento de su musculatura.
Es recomendable también mantenerlos ejercitados, lo que no será difícil dada su naturaleza juguetona.
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Bibliografía