Peso
Tamaño
Altura
Actividad física
Esperanza de vida
Origen
Aunque su aceptación como Bullmastiff data de años recientes, nos consta la existencia de canes similares en los siglos XV y XVII. Grabados de Goya (1800) y un óleo de Manuel Castellanos (1853), confirman la vida del perro alano, muy similar al bullmastiff moderno.
Mucho antes, en la Península Ibérica, unos perros de gran valentía y potencia eran conocidos como perros de toros. Ellos eran puestos a pelear contra osos, toros, y otros animales feroces, como entretenimiento. Esta práctica pierde uso, y con ella la crianza de dichos perros.
No obstante, su fortaleza es aprovechada en Inglaterra desde el siglo XVIII, salvándolos de la desaparición. Guardabosques ingleses comienzan a entrenarlos y cruzarlos con otras razas de perros protectores. ¿El resultado? una especie valiente y fuerte, capaz de resguardarlos contra cazadores furtivos y otros peligros. Se les llama gamekeeper´s night dog, y se hacen los ancestros directos del Bullmastiff.
No fue hasta el siglo XX (1924) que el Kennel Club británico acoge a la raza como estandarizada.
Su entrenamiento y aptitudes físicas le permiten perseguir al cazador furtivo o animal feroz, derribarlo con su peso corporal, y retenerlo. La virtud que los encumbra para esta tarea es: no emplear la mordida, a diferencia de otros perros molosoides.
Carácter y Características del bullmastiff
Su altura va desde los 60 a los 70 cm aproximadamente, lo que le da buen tamaño. Su constitución es fuerte, firme y gruesa, y su peso oscila entre los 45 y 60 kg.
De todo su parecer, lo que más impresiona es su cabeza cuadrada e imponente. Tiene un hocico oscuro y grande, y su cuello es grueso y musculoso. Incluso su mirada es poderosa, con ojos grandes y oscuros, que varían en tonos; nunca son amarillos o ámbar.
Su pelo es muy corto, y varía en tonalidades marrones o leonadas; también puede aparecer atigrado.
Su cola es alargada, pero se va estrechando hacia la punta. Este miembro le es de vital utilidad a la hora de derribar a su presa, pues le proporciona equilibrio. Lo hace apoyado en sus extremidades traseras, unas patas gruesas y muy estables.
Su personalidad lo capacita para ser un perro de guardia y defensa. Al contrario de lo que parece, es muy tranquilo y amable, y aun desempeñando su rol protector, no causa daños a su objetivo. Se ajusta perfectamente a la vida doméstica y suele darse muy bien con los niños. Pese a esto, sus demostraciones de cariño no son como los de otras razas.
Salud y Cuidados del bullmastiff
No obstante su constitución poderosa, es propenso a varias enfermedades, como cáncer, displasia de cadera, dermatitis, etc. Sin embargo, su cuidado no es muy riguroso.
Gracias a su corto pelaje, basta con cepillarlo semanalmente, con un tacto delicado para no dañar su piel. El baño debe ser cuidadoso para no afectar el pH de su pelaje.
Es importante controlar su dieta y ejercicios, pues es propenso a obesidad.
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Bibliografía